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Miró el reloj.
Hacía frio. mucho frio para la época del año en que se encontraban, pero no importaba, o por lo menos a nadie parecia importarle mientras tuvieran algo con lo cual darse calor.
Hemos de entender de antemano que este inviduo de estatura promedio que miraba furtivamente su reloj mientras se refugiaba de una rafaga de viento, no corresponde a los patrones establecidos por la sociedad, o en otras palabras, no era "normal".
Una vez aclarado este punto acerca de nuestro héroe, podemos entender su consternación acerca del frio prevaleciente en dicha época del año, o porqué se agita cada vez que un automovil pasa a su lado, o tal vez qué está haciendo a esas horas, en ese lugar en particular; pero eso es algo que él mas adelante nos dejará descubrir de su vida, por ahora solamente observa la figura encapuchada que se encamina hacia el.

- Un placer señor - dijo el encapuchado arrastrando las palabras, como si estas pugnaran por salir de su boca, mas él no las dejara.

-El placer es mio, agradezco que respetara el acuerdo respecto a la hora - dijo nuestro protagonista con una voz tal vez un poco muy segura de si misma

- No hay problema, no es la primera vez que tranzo a gente como ud - dijo el encapuchado, haciendo un gesto que su interlocutor no pudo descifrar

- Entonces? - dijo ansioso nuestro heroe, mientras miraba otra vez el reloj, esperando que el tiempo muriera más aprisa

- Listo - soltó el encapuchado con una expresión casi de júbilo - Todo listo caballero - concluyó

- Perfecto - dijo el otro, mas a quien iban dirigidas esas palabras ya había abandonado la escena, dejando al individuo solo con el viento.

Echó a andar, miraba constantemente hacia atras para asegurarse que no lo siguieran, con un leve movimiento de la cabeza desordenó sus cabellos para desviar la atención de su rostro, para que quien fuera que lo estuviese siguiendo no lo reconociera...

Lo que nunca supo fue que todas estas precauciones serían inutiles, pues iba a morir esa noche.

Si tan solo

Si tan solo supieras lo triste que me siento, no tendria que ocultarme bajo esta mascara de risas para no hacerte daño, podríamos hablar y vernos las caras, reir, llorar, enojarnos, pero con emociones autenticas, no prefabricadas y usadas de las cuales conservo unas en mi armario.

Si tan solo me pudieras ver con los ojos con los que yo te veo, verías a un perdedor que intenta no ser descubierto en su juego, a un inutil que por querer mantener una llama de esperanza viva, tiene que luchar contra la presión de un mar.

Si tan solo tuvieras la malicia de la cual no dispones, podrias verme, podrias ver ese brillo oscuro que nace en mis ojos cuando tornamos la conversación lejos de temas mundanos.

Si tan solo no me hablaras, no tendrias que pasar por momentos incomodos, sentimientos en conflicto, dudas, risas, lagrimas, malos ratos, en fin, una variedad inmensa de sentimientos y emociones.

Si tan solo desaparecieras, podría morir en paz la ultima luz que me queda, dejaría un estúpido sentimiento no recripróco y la sensación de culpa desaparecería de mi ser, moriría yo también, pero no sabrás de ello, pues me aseguraré de permanecer vivo hasta que el tiempo por fin termine de aniquilar mi presencia.

Si tan solo pudiera devolver el tiempo, sería para asegurarme de no traicionarme a mi mismo, me golpearía varias veces por supuesto.

Claro, si tan solo supieras que aún te quiero como antes...sería un buen comienzo

Líneas

Hoy tengo sed de ti, anhelo tus labios mujer; no sabes cuanto...o si?
Será por eso que me dejas aqui sentado esperando un rocío que nunca llega?
Acaso es divertido verme asi? Reducido? Cautivo? Humillado? Suplicando?
No me importa mi hermosa torturadora por que sé que conoces el momento justo para darme un aliento de vida antes que muera de deseo.
Mi cuerpo tiembla y espera, afina los sentidos para recibir el caliz de tus labios...espero...un poco más...
¿Qué pasa que no llega?

Te has detenido. En tu rostro se dibuja una mueca extraña.

Sufro.

Sigues inmóvil, mientras mi cuerpo se vuelve más pesado y no puedo moverme...

El reloj de mesa me mira con cara de preocupación: "Otra vez ha estado soñado con ella" - piensa antes de volver a su habitual tic tac-

Me revuelvo incómodo en mi cama, a sabiendas que todo fue un sueño; un sueño igual que todos los que habia estado teniendo esta semana..