Poema Lunático

He oído cuentos sobre usted, allá arriba y en lo alto,
tantas historias solo de usted, que algunas escojo y aquí las resalto.
Considerando que no se enoje su merced, es que mi permiso le pido
para con mis palabras retratarle, todo aquello que bien he oído

De las primeras que trato acordarme, para basar este humilde tributo
imagino que las oí en mi tierna infancia, considerando que no me he vuelto bruto.
Mas no pretendo en estas basarme, historias sin pies ni cabeza
pues carecen de su merecida elegancia, y aún no recuerdo como es que empiezan

Tampoco de las que en mi adolescencia escuché, me parece que sean adecuadas
con el pecho henchido de sentimiento, hoy solo las considero bobadas
pero entonces oh luna! me pregunto un poco afligido
si es que estas rimas son sueños y yo me he quedado dormido

Inspiración

Cuando la noche oscura busque vestigios de luz para devorar en su paso incesante por el mundo y las sombras repten sobre la faz de la tierra, es ahí donde me van a hallar, cabalgando sobre una pluma y surcando los campos mientras se consume su verdor. 

Yo continúo mi camino sin mirar atrás

No busco en mi viaje que me reconozcan, soy el perfecto extraño fácil de olvidar, al verme la gente hace un gesto de sorpresa, pero vuelven a su impasividad apenas mi silueta abandona sus pupilas

Yo continúo mi camino sin mirar atrás

A veces en mi galope noto el fulgor de fuego de la aurora a lo lejos y pienso cálidamente en las parejas alrededor del mundo que se funden en un último abrazo antes de buscar el descanso para sus cuerpos. 

Yo continúo mi camino sin mirar atrás  



Pensamiento I

Siempre es bonito verla llegar así sea tarde.
Incluso en su misma ausencia imaginarla hace bien

Corazón Felino

Como un gato a veces se iba por ratos sin decir nada, pero la seguridad de su regreso me hizo acostumbrarme a no cerrarle las puertas, pues supe que detestaba maullar para pedirme la entrada al hogar

Cuando olvidaba alimentarle me lo hacía saber con esa voz que reservaba para estos y otros lapsos de estupidez que me achacaban últimamente

A veces de la nada llegaba y me complacía con una caricia, un beso, una mirada, juro que un día hasta le vi un dejo de cariño en una mirada de desdén que me dió al salir por la puerta. Claro, yo no sabía interpretar como amor todos esos pequeños gestos

En una serie de tardes dichosas recuerdo acariciarle hasta el agobio, adormilado e hipnotizado por el rumor sedante de su ronroneo y la seda suave de sus cabellos

Sus ojos eran algo curioso, a veces azules, otras veces verdes y en ocasiones incluso negros. Esto era cuando se llenaba de dicha y quería observarlo todo a su alrededor sin perder detalle. Caigo en la cuenta que al ver sus ojos midriáticos sentía una especie de culpa escondida, sin sentirme merecedor de tal espectáculo, aunque también creo que empezaba a creer en sus juegos

Recuerdo una vez que se me quedó mirando durante horas, pensé que tenía algo que deseaba, pero al parecer era otro de sus juegos. Siento que siempre ve más de lo que me quiere decir.

Los días de lluvia eran especiales, pasaba en la casa todo el día tumbado cerca de la ventana con su cabeza en mi regazo mientras mi mano buscaba los puntos donde sabía que agradecería calladamente una caricia, mis ojos buscaban su figura para plasmarla en mi memoria. Entonces me sentía en paz