El viejo Acuña

Nunca escribi en un bus...

Talvez porque cada persona que cruzaba sus barras me traia rostros nuevos con los que distraerme mientras les doy historias a cada uno de ellos.
La señora con su chal saliendo de la consulta médica, el cáncer no reacciona al tratamiento. 
El joven moreno avejentado  por dejar un poco de sí mismo en su trabajo cada día, su mujer le dijo hoy que será un varón. 
La niña que junto a su madre va comiendo un helado tarareando suavemente, su madre la premió por acompañarle a firmar los papeles del negocio. 
El señor que le cede un campo a una mujer embarazada, su nieto lo llamó por su cumpleaños. 

Tantas historias, mas cuando miro por la ventana y mi oscuro reflejo devuelve la mirada es cuando recuerdo porque nunca escribí en un bus.

Cercanía


La queria ver como lo que yo pensé que era, nunca esperé que se me situara tan cerca. Un símbolo! Un montículo de rocas en un trillo de montaña! 

Pero su llama me atrajo cual sol, bajo su luz pude verme y verle, los juegos de sombras en las paredes de repente dejaron sus titánicas proporciones y reconocí en ellas algunos de mis demonios. 

La miré fijamente y me sumergí en el suave espejo de agua de su reflejo, su negra profundidad me espera, absorbiendo y negando que incluso la luz abandone su fuero 

Nunca esperé que se me situara tan cerca. Ni que a la vez yo quisiera estar cerca suyo

Tres cuentos tristes trigo tragaban en un trigal

La miró a través de un viejo cristal empañado, su sonrisa parecía que no envejecía, a pesar del tono sepia del papel fotográfico en el cual habitaba su recuerdo. Recordó el sonido místico de su risa en medio de la noche, una noche fría, una noche oscura y llena de odio a sí mismo.

Se odiaba por no haber sido lo suficientemente humano para lograr acercársele, conocerla y compartir con ella como cualquier hijo haría con su madre, se odiaba por haberla apartado de su vida y haberla evitado durante 10 años,  se odiaba porque no la tenía ya, y no sabía como debía sentirse al respecto.

Ese día, supo que nunca había dejado de ser su hijo, pero ella ya había dejado de ser su madre

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Yo es que, ya no lo quiero, me sofoca y si no sé nada de usted mejor - dijo Raquel mientras me miraba nerviosamente, como si le pudiera reclamar algo, como si me fuera a enojar, sin embargo solo sonreí.

Pero...Y todo este tiempo qué? - acaté a medio balbucear - no deberíamos como intentar mejorar la situación?  no es muy fácil terminar todo y ya? mi amor...-empecé a decir pero Raquel me interrumpió.

No es fácil, me cansé de intentarlo, y creo -Meditó durante un momento- No, estoy segura que todo este tiempo fue un error y entre más rápido salgamos de esto va a ser mejor para los dos - dijo con la mirada perdida, evitando leer aquello que yo le quería decir con la mirada- Usted es un cavernícola, parece que a pesar de todo este tiempo no me conoce o que no le importo! - hizo una pausa para observar el efecto de sus palabras en mi ser - Antes de conocerlo no había nada de lo que yo me arrepintiera en la vida

No recuerdo que más me dijo, no recuerdo cuando se fue ni cómo lo hizo, lo único que recuerdo son sus negros cabellos ondeando al viento y su mirada pícara encontrando la mía el día que le dije que quería vivir a su lado el resto de mi vida.

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Era de noche y solo la luna acompañaba al eco de sus pasos por las oscuras calles de la ciudad, 20 millones de habitantes y ninguno salió a observar la extraña figura que paseaba con su sombra apesadumbrada la cual incluso le abandonaba por ratos para ir a conspirar con las demás sombras que se reúnen la noche.
Su lento caminar auguraba una maldad siniestra, un destino tétrico para un alma en pena la cual en vida se dedicó  a vagar alienada, vacía, incompleta.
Entonces, la luna se ocultó y solo fue la noche.



Esto no es para nadie

Un día sentado a la vereda
consideré al pájaro que vuela,
libre viaja y regresa hacia donde le place
pero también me pregunté
¿A donde le gusta volar a un pájaro?

(Perdone mi aceleración, pero debe comprender la gravedad del asunto)

Bajando por la montaña mi pensamiento buscó un nombre, un grito cuyo eco me recordara mil veces las palabras pronunciadas, sin embargo la voz se negó a participar en el proyecto, y dichas palabras quedaron en las lagunas del pensamiento

(No quiero que tema, simplemente mire con detalle y lea tanto las letras como los espacios entre ellas)

Al caer la noche, los hombres buscan refugio en sus cuevas iluminadas
¿Cómo se ilumina un hombre por dentro?
Cuando se siente solo, el hombre se acompaña de otros con quienes compartir historias
¿Cómo se acompaña a un hombre en la isla de su pensamiento?
El hombre logra ser consciente de sí mismo mas no llega a apreciarse a sí mismo
¿Cómo se puede apreciar a quien no vemos?
El hombre al comunicarse vive dos realidades, lo que piensa y lo que expresa
¿Cómo se puede expresar realmente el hombre?

(Un piano suena al fondo, las luces son tenues, el ambiente tranquilo y sereno, tómese su tiempo)

Veo su mirada confundirse con el color del cielo. Pero solo sueño
Sé que sueño pues veo el verdiazul de cada gota de agua en su mirada, agua que refresca  y calma la sed 
Sé que sueño pues al atardecer su mirada ha muerto en un estallido de fuego que da paso a una oscuridad insondable que vacía y que llena a la vez, una nada que trae la calma.
Sé que sueño porque esta misma nada se ve invadida por los destellos dorados del sol al amanecer, despertando al mundo, y eventualmente a mí.

(Además es solo arte)

Una vez oí que el arte era la manera en que los artistas logran transmitir sus sentimientos hacia las demás personas, mi cerebro no conforme tomó ese pensamiento y le añadió detalles:
El arte sí, es una manera de transmitir sentimientos, pero también de preservarlos para lograrlos sentir luego
No necesariamente los sentimientos que se transmitan van a ser fielmente interpretados y de ahí el aporte personal que le hace al arte quien lo observa
Nadie percibe el mundo de la misma manera, el arte es personal y una parte del ser
El arte debe ser compartido con cautela pues es la manifestación de una parte de nosotros mismos

(Lo único que debe hacer es disfrutarlo)

Ese mismo pájaro, que libre canta y anda por doquier
¿Sería el mismo si yo lo encerrara?
Si lo que yo adoro de él es su libertad.
Surcar los cielos al antojo, con el viento en sus oídos,
observándolo todo y a todos desde otra perspectiva,
apreciando la inmensidad y la pequeñez.
Ese pájaro ya no sería el mismo
y yo no sería capaz de adorarlo









Dolores Bonitos

"Está el dolor y está el dolor"- dijo al mirarme luego de morder suavemente el lóbulo de mi oreja, sus ojos chispeaban con la mezcla de maldad y picardía que sólo el licor hace que nazca en el hombre

Está borracha! - Le dije apartándome levemente de su abrazo - el dolor solamente puede ser físico o emocional, y en ningún caso me siento anuente a experimentarlo, al menos no por algo superfluo, para esa gracia mejor vuelvo a mi encierro.

Estoy borracha sí, por su culpa y heme aquí, haciéndole señales de humo para que usted las siga, y es tan difícil...usted no es una persona normal.- dijo mientras bajaba la cabeza, pensativa. Pero le voy a decir algo, el que no arriesga no gana, puede encerrarse todo lo que quiera y sin embargo por algún lado le llegarán las noticias de que la vida pasa -colocó  su mano en mi pecho-  hay dolores que nos recuerdan que estamos vivos y hay vivos que nos recuerdan que el dolor existe, pero algo hay que aprender de todo esto - Guardó un silencio dubitativo y me abrazó fuertemente

Y eso es? - Pregunté mientras la analizaba de pies a cabeza, pensé en lo que quiso decir y en lo que no quiso decir, pensé en el tono de su voz, pensé en la inflexión de la oración, pensé en los diversos significados de las palabras que había pronunciado, pensé en el contexto social de su crianza, pensé en el año, pensé en el mes, pensé en el día y pensé en la hora, avergonzado, caí en la cuenta que pensé en todo menos en ella.

El dolor le va a decir - susurró desvaneciéndose en la penumbra