Cuando amanece

Hoy he amanecido buscandote a mi lado para darte un "Buenos días": sencillo, sincero, eficaz, coqueto, tierno, amable, enérgico, que logre quitarte el ensueño que se apodera de tu persona cuando el reloj marca las 6 de la mañana de este día. Lamentablemente no me fue posible hallarte.

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Dejaste una huella cálida en mi cama, de la cual bebo hoy para tener energías, levantarme y afrontar el día que me espera.

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Mi desesperanza crece con los días, sólo disminuye cuando me visitas en sueños y compartes conmigo; disminuye en esos días en los cuales no quiero despertar

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Se que no debo loarte, ni dedicarte los productos de mi imaginación pues podría lastimarte, más lo hago, pues sé como protegerte con una máscara de indiferencia y un "nyeh, nada más me inspiré".

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No quiero terminar este ciclo, déjalo correr por siempre. Discúlpame

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Nota del Autor: Los relatos anteriores no guardan ninguna realación con la vida real: "nyeh, nada más me inspiré"